/PODEMOS DENUNCIA EL ATAQUE CON PINTADAS A LA SEDE DEL PARTIDO EN VITORIA-GASTEIZ

PODEMOS DENUNCIA EL ATAQUE CON PINTADAS A LA SEDE DEL PARTIDO EN VITORIA-GASTEIZ

PODEMOS DENUNCIA EL ATAQUE CON PINTADAS A LA SEDE DEL PARTIDO EN VITORIA-GASTEIZ

 

El acto vandálico se produce dos semanas después de que alguien escribiera “puto rojo” en la luna del coche de un concejal

 La fuerza morada lamenta los hechos y reivindica la libertad de expresión desde el respeto a los diferentes proyectos políticos

 

Podemos quiere denunciar el ataque que ha sufrido hoy la sede del partido en Vitoria-Gasteiz. El lugar ha amanecido con pintadas ofensivas en las que podía leerse “putos rojos de mierda” y “putos terroristas”. El acto vandálico se produce sólo dos semanas después de que el portavoz del grupo municipal en el Ayuntamiento de la capital alavesa, Jorge Hinojal, descubriera que alguien había escrito en la luna de su coche “puto rojo”.

Podemos ya ha puesto los hechos en conocimiento de la Ertzaintza para que inicie una investigación y encuentre a los autores. El partido de los círculos seguirá defendiendo el derecho de libertad de expresión ante cualquier acción o discurso, pero siempre desde el respeto a todos los proyectos políticos, todas las personas y todas las ideas.

El ataque a la sede sólo ha servido para afianzar las convicciones de Podemos y sus ganas de continuar trabajando desde dentro y desde fuera de las instituciones por los derechos de las personas. Hechos como éste no van a frenar la introducción imparable del partido de los círculos en el engranaje político ni silenciar su discurso a favor de un cambio en la manera de hacer las cosas.

El diálogo y la convivencia son la base de la democracia. Por eso, frente a un ataque que vulnera este principio básico, Podemos reivindica con la misma firmeza de siempre su apuesta por una sociedad más crítica, justa y cohesionada. La respuesta a  insultos e intimidaciones, a atentados contra la pluralidad y el libre ejercicio de la política, sólo puede ser continuar trabajando para conseguir que las amenazas pasen a formar parte del pasado.