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Los 400.000 olvidados y compañía

El pasado viernes se celebró el 1 de mayo, fecha señalada en el calendario y crucial en las reivindicaciones de todos los sindicatos. El viernes pudimos ver, cómo cada primero de mayo en los últimos tiempos, la escenificación de la división sindical en nuestra querida Euskadi, observamos cómo cada uno tira para su lado intentando salvaguardar su cuota de poder. Mientras, las personas ajenas a las disputas entre sindicatos no lo terminan de entender.

Por desgracia, son los trabajadores y las trabajadoras de nuestra Euskadi, y también del resto de España, quienes realmente sufren por esa división, y mientras muchas empresas, no todas, se aprovechan de esa división para aplicar una reforma laboral regresiva y que precariza las condiciones laborales que los sindicatos dicen defender, pero que en su división suelen dejar a un lado.

Hace unos días se podía leer en un diario que actualmente existen casi 400.000 trabajadores y trabajadoras pendientes de renovar su convenio laboral. Eso significa un mismo número de historias personales afectadas, ya que la inexistencia de un convenio laboral digno, lleva a esas personas a temer por su futuro, afectando a miles de familias en su día a día, lo que retrae el consumo y con ello se retrasa la salida de esta larga crisis. Los parados siguen esperando que sus vecinos trabajadores consuman y tiren del carro, con la esperanza de que ese consumo cree definitivamente más empleo, y por el otro lado, las personas asalariadas en situación precaria rezan para no verse en el paro como sus vecinos desempleados debido a que no tienen sus derechos cubiertos por un convenio.

Entre medias se encuentran las administraciones públicas pagadas tanto por asalariados como parados a través de los impuestos, que dejan pasar el tiempo sin posicionarse ni dar solución a un problema que se eterniza en el tiempo. Son nuestros representantes políticos las personas que más responsabilidad tienen en esta situación, ya sea por falta de soluciones a aplicar, ya sea por cobardía de enfrentarse cara a cara a los problemas, parapetándose en el dialogo social y en que la reforma laboral viene impuesta desde el gobierno central.

Desde PODEMOS Araba AHAL DUGU solicitamos a todos los sindicatos que aparquen de una vez por todas sus diferencias y trabajen unidos por todos y todas las trabajadoras, pertenezcan a su sindicato, a otro o a ninguno. Qué vuelvan a sus raíces y recuerden porqué se crearon, seguro que todos los sindicatos quieren defender los derechos de los trabajadores.

Y a nuestros actuales representantes políticos les enviamos el siguiente mensaje, “Vuestro tiempo se acaba, Tic, Tac”. Su tiempo de inacción se acaba porque la próxima legislatura ya no estarán ahí, ocupando un cargo que se llena de polvo por falta de movimiento. Su tiempo se acaba porque la gente de abajo con los problemas reales de la calle va a tomar al asalto las instituciones y vamos a cambiar las cosas. SI SE PUEDE.

Javier Bizarro